Episode 1: Rio Yañez
My name is Rio Yañez. My father, René Yañez, helped Frida Kahlo’s art to San Francisco in the 1970s. It was her first gallery show on the West Coast, and it’s had a long lasting impact on the Bay ever since.
Local Voices aims to highlight artists in the Bay Area. This iteration of Local Voices focuses on the influence of Frida’s art and iconography on contemporary Bay Area culture.
This is Rio Yañez. This is the story of how Frida came to the Bay Area. Frida Kahlo does have a fairly extensive history with San Francisco. She created some really amazing artwork. She remarried Diego in San Francisco.
There was a lot of unique moments in Frida’s history that transpired in the Bay Area, but she didn’t get exhibited in the West Coast California, the Bay Area, San Francisco at all until the ‘70s. This is a brief story of how that happened.
In the early ‘70s, a group of Mexican American Chicano artists came together and formed Galería de la Raza. It was the first Chicano Art Gallery in the Bay Area. My dad, René Yañez, was part of the collective. Looking back, knowing my dad, and thinking about why Frida really resonate with him, part of it was, of course, national pride — my dad being Mexican.
There was a certain appeal the fact that Frida was a surrealist. I hate to say it, but she just had the pains you could really get stoned to. [laughs] The other thing is that as a surrealist, she had this incredible body of work that was so autobiographical.
In the time, place, and culture of the early ‘70s in San Francisco, that connected with a lot of people here and including my dad. Where my dad tells it, he was able to get a catalog of a traveling exhibition of Frida’s work that was traveling through Mexico. Up until this point, there had only been one single exhibition of her work in the United States. That was in New York City.
He got this catalog, and he went to SFMOMA. He was able to get a sit down face-to-face meeting with someone at MOMA to essentially pitch the story. In that moment, he sat down. The person at MOMA flipped through the book, looked at her work.
He was told that no one was interested in this artwork. No one was interested in what a Mexican artist had to say. No one was interested in Diego Rivera’s girlfriend and sent him packing. Years later, Frida would return to MOMA, but this was more than two decades prior to that.
Having been rejected at MOMA, my dad coordinated with the collective at Galería de la Raza to produce a show in honor of Frida and featuring Frida’s work. My dad, Amalia Mesa-Bains, Ralph Maradiaga, these were all the key figures in bringing Frida to San Francisco.
In the late ‘70s, on the corner of 24th and Bryant, they staged the West Coast very first exhibition of Frida’s art. It created a sensation. It had so much attention more so than anyone could have imagined.
It’s wild to think now in 2020 that a little storefront gallery on 24th and Bryant, you could just walk in and be just inches away from one of Frida’s paintings, but there it was. That’s what it took to get Frida to California, to San Francisco.
Years later in the ‘80s, the Galería would stage another exhibition of Frida’s work. It continued to grow in popularity. From what I understand, that second exhibition was when they started to be more attention put on Frida’s aesthetics, Frida as kind of a fashion icon, Frida as someone that people look towards as more than just a visual artist.
It was the personality of Frida that started to emerge. It was the iconography of Frida that started to take shape as we know it. Then that idea of Frida’s iconography, her aesthetics, and her larger-than-life presence fully bloomed when my dad curated an exhibition of her work.
At the time was the biggest exhibition of her work in the United States at the Mexican Museum, back when it was at Fort Mason. For that show, he put out an open-call for what he called Frida Look-Alikes in the local neighborhood newspapers of the Mission District and the local Spanish language newspapers of San Francisco.
He put out a call — I think it was also in the “SF Weekly” — said, “Do you look like Frida?” He gathered a small group of performers together to create tableaux vivants, which are live recreations of her paintings. He would dress them in elaborate costumes.
They would sit on these platforms and recreate poses and images of her paintings. It created such a stir. So much so that in the late ‘90s, when SFMOMA staged its own Frida show, they brought him into recreate that on a much larger scale. Decades after being rejected by the MOMA, my dad found himself back there. He didn’t curate the show, but he brought his army of Frida’s together.
It was a wild scene. There was Frida’s work in the coat check. Frida’s standing around critiquing the artwork and the permanent collection. They were Frida’s painting. Frida’s making music. It was such an amazing experience. From there, my dad was just hitched to Frida as he was the one that everyone associated her with here in the Bay.
He had quite an amazing career of working with her artwork, her image, her iconography, and her larger-than-life . . . being that she became posthumously through all this. It’s been an amazing experience to grow up with that. That is the story of how Frida came to San Francisco.
[pause]
Rio: This podcast was brought to you by the Fine Arts Museums of San Francisco. Next up, we have the dynamic duo behind Twin Walls Mural Company. Learn more about Kahlos’ impact and their journey as women in the arts in San Francisco.
Transcription by CastingWords
Ver la transcripción del episodio
Episodio 1: Conozca a Rio Yañez
Mi nombre es Rio Yañez. Mi padre, René Yañez, ayudó que el arte de Frida Kahlo llegue a San Francisco en la década de 1970. Fue su primera exposición en una galería en la costa oeste y desde entonces ha tenido un impacto duradero en la bahía.
Local Voices tiene como objetivo destacar a los artistas en el Área de la Bahía. Esta iteración de Local Voices se centra en la influencia del arte y la iconografía de Frida en la cultura contemporánea del Área de la Bahía.
Soy Rio Yañez. Esta es la historia de cómo Frida llegó al Área de la Bahía. Frida Kahlo tiene una historia bastante extensa con San Francisco. Ella creó una obra de arte realmente asombrosa. Se volvió a casar con Diego aquí en San Francisco.
Hubo muchos momentos únicos en la historia de Frida que ocurrieron en el Área de la Bahía, pero no fue exhibida en la Costa Oeste de California, el Área de la Bahía, o en San Francisco hasta los años 70.
Esta es una breve historia de cómo sucedió. A principios de los años 70, un grupo de artistas chicanos mexico-americanos se unió y formaron Galería de la Raza. Fue la primera galería de Arte Chicano en el Área de la Bahía. Mi papá, René Yañez, era parte del colectivo. Recordando el pasado , conociendo a mi papá y pensando en por qué Frida realmente resonó con él, parte de eso fue, por supuesto, el orgullo nacional de ser mexicano.
Había un cierto atractivo el hecho de que Frida fuera surrealista. Odio decirlo, pero ella tenía los dolores con los que realmente podrías colocarte. [risas] La otra cosa es que, como surrealista, tenía este increíble cuerpo de trabajo que era tan autobiográfico.
En la época, el lugar y la cultura de principios de los 70 en San Francisco, eso conectaba con mucha gente aquí, incluido mi padre. Donde mi papá lo cuenta, pudo conseguir un catálogo de una exposición itinerante del trabajo de Frida que viajaba por México. Hasta este momento, solo había habido una exposición de su trabajo en los Estados Unidos. Eso fue en la ciudad de Nueva York.
Consiguió este catálogo y fue a SFMOMA. Pudo conseguir una reunión cara a cara con alguien del MOMA para básicamente presentar la historia. En ese momento, se sentó. La persona del MOMA hojeó el libro y miró su trabajo.
Le dijeron que nadie estaba interesado en esta obra de arte. A nadie le interesaba lo que tenía que decir un artista mexicano. Nadie estaba interesado en la novia de Diego Rivera y lo envió a empacar. Años después, Frida regresaría al MOMA, pero esto fue más de dos décadas antes.
Habiendo sido rechazado en el MOMA, mi papá coordinó con el colectivo en la Galería de la Raza para producir una muestra en honor a Frida y presentando el trabajo de Frida. Mi papá, Amalia Mesa-Bains, Ralph Maradiaga, estas fueron todas las figuras clave para traer a Frida a San Francisco.
A finales de los 70, en la esquina de 24th & Bryant, organizaron la primera exposición del arte de Frida en la costa oeste. Creó sensación. Recibió tanta atención más de lo que nadie podría haber imaginado.
Es loco pensar ahora, en 2020, que en una pequeña galería en 24th & Bryant, podrías entrar y estar a solo unos centímetros de una de las pinturas de Frida, pero ahí estaba. Eso fue lo que hizo falta para llevar a Frida a California, a San Francisco.
Años más tarde, en los 80, la Galería acogería otra exposición de la obra de Frida. Continuó creciendo en popularidad. Por lo que tengo entendido, esa segunda exposición fue cuando comenzaron a prestar más atención a la estética de Frida, Frida como una especie de ícono de la moda, Frida como alguien a quien la gente ve como algo más que una artista visual.
Fue la personalidad de Frida la que empezó a aflorar. Fue la iconografía de Frida la que empezó a tomar forma tal como la conocemos. Entonces esa idea de la iconografía de Frida, su estética y su presencia más grande que la vida floreció por completo cuando mi padre organizo una exposición de su trabajo.
En ese momento fue la mayor exhibición de su trabajo en los Estados Unidos en el Museo Mexicano, cuando estaba en Fort Mason. Para ese programa, lanzó una convocatoria abierta para lo que llamó Frida Look-Alikes en los periódicos locales del vecindario del Distrito de la Misión y los periódicos locales en español de San Francisco.
Hizo una llamada, creo que también en el “SF Weekly,” dijo: “¿Te pareces a Frida?” Reunió a un pequeño grupo de artistas para crear tableaux vivants, que son recreaciones en vivo de sus pinturas. Los vestía con elaborados trajes. Se sentaban en estas plataformas y recreaban poses e imágenes de sus pinturas. Creó tal revuelo.
Tanto es así que a finales de los 90, cuando SFMOMA organizó su propio espectáculo de Frida, lo llevaron a recrear eso en una escala mucho mayor. Décadas después de haber sido rechazado por el MOMA, mi papá se encontró allí. No fue el curador del espectáculo, pero reunió a su ejército de Frida.
Fue una escena espectacular. Estaba el trabajo de Frida en el guardarropa. Otra Frida parada criticando la obra de arte y la colección permanente. Eran el cuadro de Frida. Frida está haciendo música. Fue una experiencia increíble. A partir de ahí, mi papá se casó con Frida, ya que él era con quien todos la asociaban aquí en la bahía.
El tuvo una carrera bastante asombrosa trabajando con la obra de arte de Frida, su imagen, su iconografía y su gran presencia... siendo que ella se convirtió póstumamente a través de todo esto
Ha sido una experiencia increíble crecer con eso. Y esa es la historia de cómo Frida llegó a San Francisco.
[pausa]
Rio: Este podcast fue presentado por los Museos de Bellas Artes de San Francisco. A continuación, tenemos al dúo dinámico detrás de Twin Walls Mural Company. Obtenga más información sobre el impacto de Kahlo y su trayectoria como mujeres en las artes en San Francisco.